Día 5: de los picos nevados a las colinas amarillas, 9 horas en marshrutkas
Este día me la pasaría viajando para llegar hasta Vardia, al sur del todo de Georgia. Todo el recorrido lo hice en diversas marshrutkas. A veces iba solo, a veces tan lleno que gente iba colgando de la puerta abierta, a veces se escuchaba georgiano solamente, a veces solamente se escuchaba francés por otros viajeros. Y así como mis compañeros de viaje cambiaban, también lo hacía el paisaje a través de la ventana. Estaba pasando de los fríos picos nevados del Cáucaso a un terreno más bien plano con pequeñas colinas y todo de un color amarillo seco y con poca vegetación.
El viaje seguramente se puede hacer de distintas formas, pero como yo lo hice es de la siguiente manera. Primero tomé una marshrutka de Mestia (salen a las 8 de la mañana de la plaza principal, 25 GEL – 9,20 €) a Kutaisi. El trayecto dura unas 5 horas. Después, en Kutaisi tomé otra marshrutka que sale a las 14.40 con dirección a Akhaltsikhe (15 GEL – 5,50 €). Este recorrido dura unas tres horas. Finalmente otra marshrutka de Akhaltsikhe a Verdzia que salió a las 17.45 y me costó 5 GEL – 1,85€.
En Vardzia hay muy pocos lugares de alojamiento, por lo que quizás no sea muy buena opción pasar aquí la noche (cosa que yo hice). Lo único que yo vi fue un hotel en frente de las ruinas que parecía un tanto caro, y el lugar donde yo me quedé a dormir: una casa como a un kilómetro de las ruinas (los propietarios de dicha casa te pueden mover en su coche). La cama ahí me costó 20 GEL – 7,40 € más unos 5 GEL – 1,85 € por la cena que me dieron.
La pequeña casita se encontraba entre las montañas rocosas, a escasos kilómetros de la frontera turca. Ya había caído la noche y aquí realmente no se podía ver nada ya que el lugar carecía totalmente de alumbrado público. Bajo la escasa luz de las estrellas, y el sonido de las cigarras, decidí meterme en la cama y descansar para el día siguiente.
