Día 12: Tozeur… ¿en Qastiliya o Castilla?

Para los frikis de nosotros que nos encanta la etimología de las palabras, cuando escuchamos “Castilla” (como en Castilla - La Mancha o Castilla y León) pensamos que el origen de la palabra está en “castillos”, dado que la región de Castilla tiene muchos castillos. Esta respuesta es cierta, pero incompleta. La otra mitad de la respuesta se encuentra a miles de kilómetros de aquí, más específicamente, en los oasis del sur de Túnez (Tozeur, Nefta, Degga, El Hamma).

Estos oasis ya se encontraban fortificados desde la antiguedad. Como los romanos estuvieron aquí durante siglos, al parecer los árabes tomaron del latín la palabra “castellum”, que significa literalmente fortaleza o campamento militar, por lo que a esta zona comenzaron a llamarle Qastiliya. Años después, en el 711, cuando las tropas árabes y sus acompañantes bereberes invaden y conquistan Hispania, dicen: “ah caray, pues si aquí también hay muchas fortalezas como en nuestro hogar, en Qastiliya. Llamemos a este lugar con el mismo nombre”.

Así que, cuando pienses en Castilla, recuerda que ya existía una Castilla mucho más antigua en el desierto del Sahara. Todos estos oasis fortificados se conocían como la región de Qastiliya, y su oasis principal, Tozeur, era Medina Qastiliya, es decir, la Ciudad de Castilla.

Tozeur es un lugar bastante interesante. Tiene de todo. El desierto del Sahara a sus puertas…

Las puertas del Sahara se encuentran en el oasis Tuzeur

El típico oasis que nos imaginaríamos cuando pensamos en uno…

Y tiene una medina única en todo el país por su arquitectura.

Estas villas fortificadas dieron refugio a varios disidentes durante distintas épocas; como a los cristianos donatistas en el año 313, quienes decían que solo aquellos sacerdotes cuya vida fuera intachable, podían dar los sacramentos. El donatismo fue rechazado por la iglesia católica y perseguido. San Agustín pidió la máxima pena para ellos. Mientras el donatismo fue perseguido en todo el mundo, las puertas del oasis de Tozeur se abrieron para ellos. También hubieron corrientes minoritarias dentro del Islam que encontraron su refugio en estos oasis del Sáhara. Una vez que falleció el profeta Mohamed, la gran pregunta fue: ¿quién deberá de ser su sucesor?. Los que después se conocerían como los sunitas, decían que debía de ser la gente allegada a él y que “podía hacer el trabajo”. Los que serían los chiítas, afirmaban que el sucesor debía de ser algún familiar del profeta. Y los que se conocerían como jariyistas, decían que ni una opción ni la otra, sino que la gente tenía que elegir al sucesor. Estos últimos 2 grupos fueron minoría y se dirigieron a Tozeur también en busca de refugio perseguidos por la furia sunita.

Esto provocó que en Tozeur hubiera mucha aceptación a distintas corrientes religiosas y formas de pensar. Hubo una cultura de diferencia y coexistencia. Esto ha dejado su huella hasta hoy en día, ya que en esta zona del país se practica un Islam que es más relajado y no tan conservador u ortodoxo como en otras zonas del país.

Sombra y fruto de las miles de palmeras de Tozeur son las que han atraído a miles y miles de personas de diferentes culturas a este oasis a lo largo de su historia. Caravanas de mercaderes pasaron incesantemente por aquí. Un mercado de esclavos floreció en el oasis, y fenicios y romanos se instalaron aquí desde épocas anteriores a Cristo, aunque el oasis ya tenía actividad desde tiempo incluso anterior.

Las únicas ruinas romanas que se pueden ver en el oasis hoy en día están en la base del minarete de la mezquita al-Qasr Bled el Hadhar (1027) (gratis).

Mezquita al-Qasr Bled el Hadhar. Aunque sobria por fuera, tiene un interior ricamente tallado

Las ruinas romanas en la base de este minarete es el único vestigio romano que queda en Tozeur

Ya desde el siglo XV el barrio Aouled el Hadef (que es la actual medina de Tozeur) fue agarrando forma. En 1608 el ejército otomano entró al oasis acabando con prácticamente todo lo que había en la zona de las palmeras (que es donde se encontrarían los vestigios más antiguos), pero no en el barrio Aouled el Hadef. Esto ha hecho que ahora esta zona, con sus miles de ladrillos, sea la más antigua de Tozeur, y donde todavía podemos disfrutar de numerosas madrasas y mezquitas, como la Sibi bin Ghalleb, del siglo XV.

Mezquita Sibi bin Ghalleb del siglo XV

El sol ya se estaba metiendo. Ya era hora que buscara algo de cenar y luego de regreso para el hotel Résidence Le Ruisseau (64 TND - 20 € la noche habitación sencilla). Buen hotel con habitaciones amplias, limpias y se encuentra en frente de la estación de autobuses de Tozeur.

Ya en el hotel me puse a descifrar mis siguientes movimientos por esta parte del país donde el transporte es un poco más difícil.

Además, entre estos oasis del sur y la costa norte mediterránea, se cruzaba Kasserine, un lugar donde supuestamente yo como extranjero no debería de ir por motivos de seguridad. Pero si no lo atravezaba, tenía que dar un enorme rodeo para volver a deshacer mis pasos. Y en Kasserine se encuentran unas de las ruinas romanas más impresionantes del país: Sbeitla. Tenía que decidir qué hacer.

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