Día 9: atravesando Jordania, 5 horas en coche
En este día no hay mucho que contar. Nos levantamos apenas salió el sol. Nuestra pequeña cabaña en seguida comenzó a calentarse y hacía casi imposible poder respirar dentro.
Nos separaban 400 kilómetros de nuestro siguiente destino, Azraq, que se encuentra en la otra punta del país. Por lo tanto, volvimos a atravesar toda Jordania en esta ocasión de sur a norte, de vuelta otra vez cerca de la frontera con Siria. Pero esta vez no pasamos ni por Carreteras del Rey, ni antiguas ciudades romanas, ni castillos cruzados, ni lugares bíblicos. Nos fuimos por toda la moderna Autopista del Desierto. Lo más glamoroso del día fue detenernos en una gasolinera y un supermercado.
Cientos de kilómetros después, y decenas de controles de policía en la carretera después (que estaban más interesados en si éramos seguidores del Barça o Madrid que de los papeles del coche), llegamos a Azraq. Es una pequeña localidad que recibió una fuerte cantidad de refugiados sirios por su cercanía con la frontera. De hecho, en la salida de nuestro hotel estaban las carpas de familias refugiadas intentando buscar rehacer sus vidas. Era una escena poco alentadora, que cada vez que pasábamos por ahí en el coche Eloísa y yo quedábamos en silencio.
El hotel no estaba en la dirección que según debería de estar. Y no se llamaba como se debería llamar. Y para colmo de males, la supuesta carretera que llevaba a él, estaba totalmente cortada, por lo que más nos hacía dudar a nosotros que estuviéramos en el lugar correcto. Aún así, pudimos dar con el hotel gracias a la amabilidad de la población local, que nos decían que los siguiéramos con el coche. En la recepción nos atendió un amable chico checheno (de Rusia). Hay población chechena en Jordania y principalmente en Siria, cuando huyeron de las atrocidades cometidas por los rusos en la década de los 90. Este chico tenía todos nuestros datos de la reserva y eso es lo que importaba, definitivamente estábamos en el lugar correcto. Ese hotel que tanto nos había costado encontrar era el Azraq Rest House (36 JD - 52 € la noche habitación doble).
Cuando Eloísa se adelantó a la habitación con nuestras cosas, el chico de la recepción me llamó discretamente. Me dirigió hacia otra habitación del hotel. Ahí, me dio un papel con un teléfono. Me dijo que si quería alcohol podía llamar ahí, pero que no dijera a nadie del personal del hotel que él me había dado el número para evitar meterlo en problemas.
Este día no haríamos más. Habíamos llegado ya tarde a Azraq por lo que solo descansamos en el hotel y ahorramos energías para el día siguiente.